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miércoles, 31 de agosto de 2011

Costra nacionalista en mi barrio: calle y monumento a Batista i Roca, fundador y mentor de la banda terrorista EPOCA

El 14 de junio de 1991 el Ayuntamiento de Barcelona, con Pascual Maragall de alcalde, dedicó una calle del Distrito de Les Corts a Josep María Batista i Roca, fundador y cerebro de la banda armada terrorista Exèrcit Popular Català, EPOCA, que el 9 de mayo de 1977 había asesinado al industrial Presidente de Cros S.A. José María Bultó Marqués y el 25 de enero de 1978 al ex alcalde de Barcelona Joaquín Viola Sauret y a su esposa Montserrat Tarragona Corbella.  
Los activistas de EPOCA les colocaron en el pecho artefactos explosivos y les exigieron dinero, 500 millones de pts. a Bultó y 18 millones al matrimonio Viola. La explosión de las bombas destrozó por completo sus cuerpos.                                                           

José María Bultó Marqués              Joaquín Viola Sauret
                             Traslado del cadáver de Montserrat Tarragona a una ambulancia después de las diligencias policiales y judiciales

En 1979 la acción policial para esclarecer los brutales atentados provocó la disolución de EPOCA. Gran parte de sus militantes se integraron en la banda terrorista Terra Lliure, que se estaba formando.

Durante los juicios celebrados a principio de los años 80, los líderes de EPOCA Jaume Martínez Vendrell, Lluís Montserrat Sangrá, Montserrat Tarragó, Carles Sastre y otros, dejaron bien claro que el fundador de su organización armada, el ideólogo y el que tomaba las decisiones finales importantes, era Josep María Batista i Roca, que no pudo ser sometido a juicio porque había fallecido de cáncer el 27 de agosto de 1978, siete meses después del asesinato del matrimonio Viola.

Batista i Roca era una figura histórica del nacionalismo radical. El juicio contra los asesinos de EPOCA, conocido como Caso Batista i Roca,  fue presentado como un ataque a Catalunya y al independentismo. Se formaron los Comitès de Solidaritat amb els Patriotes Catalans, que todavía funcionan ahora para enaltecer y defender a los terroristas.
Batista i Roca pertenecía a una familia barcelonesa que se había enriquecido con el negocio del bacalao. Durante los años 1911-1916 estudió Filosofía y Letras y Derecho en Barcelona, se doctoró luego en Madrid y se especializó en Etnología en Londres y Oxford.

En 1924 dejó la universidad para concentrar sus esfuerzos en impulsar y realizar actividades de conspiración y formación nacionalista desde el Centre Excursionista de Catalunya, creando en 1927 la organización Minyons de Muntanya, y en 1930 PALESTRA, asociación patriótica de la que fue secretario bajo la presidencia de Pompeu Fabra.  

Cuando en 1926 fracasó el asesinato de Alfonso XIII perpetrado por Bandera Negra, organización armada secreta de Estat Català, partido fundado por Macià, éste encargó a Batista i Roca la dirección de la Societat d’Estudis Militars (SEM), que convirtió en Organització Militar Catalana (ORMICA) y la integró en el Grup 1640 secreto y clandestino. Al proclamar Macià la República Catalana el 14 de abril de 1931, Batista i Roca creó la Guardia Cívica para defenderla.

En las postrimerías de la Guerra Civil se exilió a Inglaterra, donde mantuvo la representación diplomática de Catalunya. Hasta su jubilación fue lector de español y profesor de historia en el famoso Trinity College, de Cambridge.

Joan Triadú definió a Batista i Roca como "Senyor suau en el tracte i durissim en el fons, com els seus cognoms."

Su nacionalismo maximalista, conservador y católico se apoyaba en la supuesta superioridad del pueblo catalán (laboriosidad, liberalismo, pacifismo y federalismo) frente al castellano (indolencia, absolutismo, belicosidad y centralismo). Para él España era el nombre que recibía Castilla como dominadora de las otras naciones peninsulares. Su odio a Castilla queda patente en su conferencia: LA FORMACIÒ HISTÓRICA DE L’ESTAT ESPANYOL, donde dice:

“…, i aquesta és exactament la història de Castella: quan els castellans han arranat l’herba de llur propi país mengen l’herba dels altres països: el Sud d’Espanya durant el període àrab, Amèrica a l’època dels descobriments geogràfics i també avui quan han esgotat els recursos de Castella, cauen sobre el bascos o els catalans per a menjar l’herba de llurs països.”

Aunque un poco más abajo dice:

“ Hi havia un moviment d’expansió de les regions de muntanya vers els plans superiors, messetaris, de Castella. Aleshores els visigots van organitzar una línia Maginot de castells per protegir Castella contra aquestes invasions. Hom construí una línia de castells, d’ací que se’n deia Castella (a causa d’aquells castells sorgí el nom de Castella) i queda clar que el nom de Castella té el seu origen en aquest sistema de defensa contra les invasions del bascos.”

Batista i Roca era independentista y federalista. Quería separarse de España y formar un estado federal constituido por las que consideraba naciones hermanas: Països Catalans, Occitania y Liguria. Y para conseguirlo estaba dispuesto a utilizar la violencia.

El 18 de julio de 1936 escribió en el Diari de Barcelona:“No és sols la República Catalana que ha de néixer d’aquesta revolució. Del total enfonsament de l’Estat espanyol a que avui assistim, n’ha de sortir la reunió de tots els països de llengua catalana: Catalunya, València, Balears i la zona catalana d’Aragó, en una unitat política”.

El Exèrcit Popular Català, EPOCA, fue fundado por Batista i Roca a finales de los años 60 en base a su gran experiencia en organizaciones militares clandestinas y en el adoctrinamiento de los jóvenes. Encargó a Jaume Martínez Vendrell, antiguo oficial del ejército republicano y líder de la rama militar del Front Nacional de Catalunya, FNC, la formación teórica y práctica de unos cincuenta militantes en el uso de las armas y las técnicas de guerrilla urbana. Pero no comenzó a actuar hasta después del regreso del exilio de Batista i Roca, en 1976. La policía intervino a los imputados por el asesinato de Bultó una “lista negra” en la que aparecía Joaquín Viola, aunque no le dieron demasiada importancia porque era una lista con más de cien nombres.

¿Merecemos los ciudadanos sensatos y las familias de las víctimas que se honre con un monumento en Barcelona al fundador y conductor de esta banda terrorista?

En 1996 se levantó un monumento a Batista i Roca en la calle que lleva su nombre. No lo ofreció la ciudad de Barcelona - el alcalde Maragall no llegó a tanto - sino sus discípulos y amigos. Pero está iluminado por la noche como un altar de culto para el separatismo radical.

Allí está, en bronce, el mensaje del siniestro y engañoso profesor:

“Cal forjar novament el nostre poble i la seva conciència nacional”

Sin escrúpulos, matando si es preciso, distorsionando la Historia, con racialismo, manipulando a la juventud. Para Batista i Roca Països Catalans era una nación en la Edad Media que había sido destruida por Castilla y tenía que ser forjada de nuevo.

Batista i Roca reunía pocos méritos como antropólogo, escritor, historiador o político, pero servía para los trabajo sucios del nacionalismo. Los hacía por gusto, sin otras ambiciones. Solía decir que Catalunya era la seva novia, la seva dona, la seva filla, la seva mare, la seva vida. No menos fanático que un talibán islamista; ni menos alejado de la realidad y anclado en un pasado mitificado.


¿Cómo se explica que en 1991 se dedicase una calle y en 1996 un monumento en Barcelona al jefe de EPOCA?

En 1991 se negociaba con Terra Liure el abandono de la lucha armada y el plan de atentados para boicotear los JJOO. Terra Lliure IV Assemblea se autodisolvió ese año. La otra rama, Terra Liure III Asamblea, hizo pública su disolución formal en 1995. Los presos de la organización acabaron todos indultados y excarcelados en 1996, incluso los que se habían negado a pedirlo. 

Pascual Maragall y el PSC estaban ya pensando en aliarse con ERC para llegar al poder. Les hacían regalos, simbólicos, pero vergonzosos.

Una prueba de que debería darles vergüenza honrar con una calle y un monumento a este personaje es que la tienen para explicar su biografía  en Wikipedia. Parece increíble, pero en Wikipedia no hay entrada a una página Josep María Batista i Roca.
                                                                                                                                                                       

martes, 16 de agosto de 2011

En Mallorca la estelada no pinta nada

La entelequia política Països Catalans - posible estado nación separado de España y de Francia y fundamentado en supuestas razones histórico-culturales enraizadas en la Edad Media - no hay persona con sentido común en Europa que se la trague en la segunda década del siglo XXI. Sin embargo, los partidos, asociaciones y fundaciones pancatalanistas viven de ella. En Mallorca, por lo que he visto, están cada día más desprestigiados.
Algunos estelados mallorquines pretenden poner a Països Catalans bajo el poder de la hoz y el martillo, como Cuba o Corea del Norte:
O asocian la liberación de las mujeres con una Terra Lliure, la que quería la banda terrorista:
En Mallorca la estelada es marginal, cosa de Maulets y demás separatistas radicales. Solamente tuve ocasión de ver una, extendida en el balcón de un edificio invadido por los okupas, un lugar apropiado.
Y es que en Palma, a diferencia de Barcelona, a los borrokeros Maulets, militantes de izquierda independentista pancatalanista, se les lleva a juicio.
 Cartel de Maulets pidiendo ayuda
La mañana del 29 de Julio caminaba por la Avinguda d’Alemanya y tuve ocasión de ver delante del Juzgado a un grupo de jóvenes, con cara de preocupación, sosteniendo dos palos con banderas enrolladas, probablemente esteladas. Los vigilaban unos cuantos policías muy serios.
La Justicia sometía a 9 militantes de Maulets a juicio de faltas por haber insultado y amenazado el 20 de Marzo de 2010 a miembros del Círculo Balear, que durante una manifestación contra la corrupción exhibieron en un edificio del centro de Palma una pancarta  con las banderas de Mallorca y España. 
                                        La pancarta del Círculo Balear que enfureció a los separatistas con esteladas 
Sede de la Fundación Círculo Balear en la calle Sant Miquel, con marcas de  agresiones
El diario El Mundo/El Día de Baleares del martes 2 de Agosto publicó un artículo de Joan Font Rosselló titulado El Nacionalismo ya no tiene mártires, en el que dice: El nacionalismo ya no es lo que era. Ya no tiene héroes y tampoco mártires, solo niñatos que se envuelven en su bandera para justificar sus gamberradas.”
El año pasado, tres semanas después de finalizar el Campeonato del Mundo de Fútbol en el que España ganó la Copa, disfruté de unos días de vacaciones en Palma. Quedé impresionado por la gran cantidad de banderas españolas que seguían ondeando en el exterior de muchas viviendas. He aquí algunas:
Seguro que estos ciudadanos no exhibieron tanto tiempo la bandera por motivos deportivos, sino para mostrar su decidida vinculación con España.
La entelequia política pancatalanista Països Catalans no existió en el pasado ni tiene futuro en el siglo XXI. Implica la destrucción del Estado español y la pérdida de la ciudadanía española para muchas personas. Por fortuna, en Mallorca, la estelada separatista no pinta nada, por más que los borrokeros la pongan en sus pintadas.

lunes, 8 de agosto de 2011

EL CONQUISTADOR (Jaume I), un rey al que lleva flores Esquerra Republicana

Caminar por las calles de Palma (Ciutat de Mallorca) es un placer. Cada año me gusta más, sobre todo desde que me regalaron el libro PALMA A PEU, CIUTAT PASSA A PASSA, de Miquel Ferrà i Martorell. Me encanta subir por la calle dels Oms, atravesar la de Sant Miquel, llegar a la plaza de España y contemplar el monumento al CONQUISTADOR, cuya primera piedra puso en 1913 la popular infanta Isabel, apodada "la Chata". 
MALLORCA AL CONQUISTADOR
31 DICIEMBRE 1229
Dos detalles llaman la atención: 
(1) La figura, hoy día poco apropiada, del guerrero cristiano que pisotea la bandera con la media luna, símbolo del Islam.
(2) No se ha catalanizado el texto; esto habrá impedido poner CONQUERIDOR en la calle que le dedican, aunque no ocurre lo mismo con la que recuerda el día de la conquista.

En Palma los nombres de las calles han pasado del castellano al catalán, aunque en algunas se conservan placas con el texto en mallorquín, tal vez porque les remordía la conciencia.
 
 (Clickar sobre la foto para leer mejor el texto en mallorquín)
Es interesante que se haya dedicado una plaza al último rey moro de Mallorca, el wali almohade Abú Yahya, entre la calle 31 de Desembre y la dedicada a Alfons el Magnànim, nacido en Medina del Campo, que fue Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña, Sicilia y Nápoles y Conde de Barcelona, Rosellón, Cerdaña y Urgel, aunque aquí figura solo como Rei de Mallorca.  
La conquista de Medina Mayurca por el ejército de Jaime I está considerada como uno de los tres mayores genocidios de la Edad Media, comparable a la conquista de Jerusalén por los cruzados. El saqueo y la matanza de hombres, mujeres y niños duraron muchos días. Abú Yahya fue torturado hasta la muerte, después de haberle hecho presenciar la ejecución de uno de sus hijos. La ciudad, que era una de las más grandes de Al-Andalus y mucho mayor que Barcelona, quedó destrozada y llena de cadáveres, lo que desató una epidemia a pesar de estar en invierno. Actualmente, pasado el fervor religioso, se considera que los habitantes de Medina Mayurca eran mallorquines cuyo recuerdo merece un respeto.

Tampoco a Jaime I se le ve como hace años. En el libro que he citado se le califica de ”un personatge més de les nostres llegendes i tradicions populars, potser excessivament idealitzat per la devoció  dels mallorquins.”

Pues bien, resulta que Esquerra Republicana considera a Jaume I el artífice de la entelequia política Països Catalans, y el pasado 1 de Noviembre sus líderes se trasladaron a Poblet para depositar flores en su tumba y lanzar un manifiesto nacionalista; no les importa que al morir rompiera la Corona de Aragón, repartiendo las posesiones entre sus dos hijos, y dejase al Reino de Mallorca fuera de la misma.

Caminando por las calles de Palma, hablando con la gente y leyendo la prensa local, cualquiera puede llegar a la conclusión de que ERC no irá muy lejos construyendo aquí su nación identitaria. 

Y encima, la crisis económica agrava la situación de muchos ciudadanos, que acaban por manifestarse indignados y de forma airada, en carteles 
 y pintadas
La mayoría de ciudadanos de Mallorca y de toda Baleares no están para separarse de España como pretende ERC y otros partidos pancatalanistas. Tienen claro que su futuro pasa por potenciar la unión con el resto de ella y con Europa. Los nacionalismos psicoculturales basados en mitos medievales ya no encajan en el siglo XXI globalizado. Ahora lo que hace falta es ciudadanismo.